Me llamo Macky y este es mi blog.
¿Por qué Champawat? Ante el cuaderno y la pantalla soy vecina de esa oscura y diminuta población al norte de la India, cerca de la frontera con Nepal. Estoy aquí dentro escribiendo y soy incapaz de abrir la ventana. Afuera acecha la tigresa antropófaga, la que vigila las palabras que todavía no soltamos. Cada tanto se zampa a uno de los nuestros. Tal vez ya estemos todos muertos.
¿Por qué un blog? Es un ejercicio muy de nuestro tiempo buscar excusas para la ubicuidad, colgarnos, manchadas de sangre, en las ventanas, mostrarnos, estar donde hay que estar. Una sucumbe como otra cualquiera. Para que alguien ahí afuera lea y sonría, o hipe de pena. O tal vez para que chasquee la lengua o dé un respingo (hermosa palabra, respingo, sólo comparable a repulgo, que es la costura de las empanadas).
En realidad, si alguna de mis palabras resuena en alguno de sus huesos como un martillito de los de buscar reflejos en las rodillas, las palabras carnívoras habrán hecho su trabajo. Que es lo que las palabras de los otros han estado haciendo conmigo desde que abrí un libro por primera vez.
Los enamorados de la lenta tarea de abrir libros y luego leerlos tal vez querrán saber que mi primer libro de relatos fue publicado en el otoño boreal del 2011, se llama La reina del burdel y está en la calle gracias al Premio Cafè Món y Editorial Sloper. Mi siguiente libro fue Saliva (Contraescritura, 2015) y sus textos nacieron para ser declamados como parte de un proyecto de spoken word, igual que los textos de Sótano (Kokapeli, 2017). Además, a través de mi proyecto microeditorial The M Press he publicado la plaquette Síntoma (2014) y el fanzine Joystick/Painstick (2017)
Gracias desde ya por su amable atención.
PD: en este blog, sólo (de solamente) y guión llevan acento. Porque todo tiene un límite.
PD2: la ventaja de llegar tarde al baile es que las parejas ya se han formado, las que se pusieron zapatos demasiado altos ya bailan descalzas, y los traumaditos hace horas que se encerraron a vomitar en el baño. Por ende, no hará falta decirles que dejen todos los comentarios que quieran dentro del amplio marco del sentido común, el respeto y la tolerancia. Pórtense bien que si no viene la patrona, enciende la luz y se pudre todo.
Foto by Fosy.