Saliva es mi nuevo libro, un poemario editado por ContraEscritura.
Los poemas de Saliva giran alrededor de una temática de hibridación, tránsito e impermanencia: insectos mutantes al servicio de las neurosis personales, componentes olfatogustativos, conciencia somática, plantas con mecanismos semihumanos y cosas que nos ocurren a las mujeres en el coxis y en la piel. Todos están preparados para ser declamados en directo como parte de un proyecto de spoken word.
Son textos que cruzan el papel para que la autora pueda colocarse con su propio anhídrido carbónico y hacer ademanes. Los lectores están invitados a hacer lo propio y salivar, leyéndolos en voz alta desde el balcón, o entre las sábanas. Pero también funcionan a la manera tradicional y pueden leerse, como artefacto quiromántico, en las hebras del fondo de una taza de té, en peluquerías y madrigueras, en la barra del bar esperando al amante y en la mesa de la cocina mientras humean las cacerolas y gotea el grifo.
La fotografía de portada es de Lara Ginhson.
Está a la venta desde septiembre de 2015 y se puede conseguir en librerías y aquí.
Imágenes by ContraEscritura.
Acabo de acabar “Saliva”. Cayó en mis manos pensé que por casualidad pero no es verdad. No me lo creo. Gracias por levantarme del suelo esos centímetros. Los de plata. Intentaré conseguir más cosas tuyas. Un beso
Gracias a ti por tu comentario, Amaia. Me alegra que Saliva ayude con la ansiada levitación. Aquí en el blog hay bastantes textos, y arriba en el menú hay información sobre mis otras publicaciones. Un abrazo.