dentro de este sobre
de dejado sentada mi voluntad
para mi próxima reencarnación:
seré una buscadora de perlas
para descender por tu pantorrilla hasta el charco que se forma debajo de tu talón
porque vos no lo sabés pero el agua que te moja
horada la tierra y forma nuevos mares
y en esos mares viven pequeñas criaturas abisales y yo quiero traerlas de vuelta conmigo
envueltas en su cáscara perlada
sólo para que veas que no te mentiré en mi próxima vida
cuando te diga que me voy a pescar debajo de las baldosas
para que veas que esta costumbre mía de echarme a tus pies y rascar el suelo parte de un dato comprobado empíricamente
y si no me dejás que me deslice piel abajo por tu pantorrilla como una humedad voladora y kamikaze
no vas a entender nunca lo mucho que me desespero cuando venís con el trapo de piso o su equivalente meditérraneo, la fregona
y te esmerás por limpiar todo rastro de esa agua que sólo por pasar por tu cuerpo es agua nueva
y crea mundos
con continentes prolijitos
y mares que antes no estaban
entonces para evitarnos malentendidos
ya que acaso sea tarde para pincharte el paradigma
dejemos todo esto para la próxima reencarnación
en este sobre, aquí guardado,
y crucemos dedos y otras extremidades
para que coincidamos
y que en esa vida compartida vos tengas pantorrillas y talones
y yo ganas de bucear.