Aniversario

Hace un año Saliva, mi poemario con ContraEscritura, asomaba el hocico, y empezaba un viaje que me llevaría a declamar en nuevos sótanos, bares, librerías y hasta en terrazas frente al mar bajo el sol del invierno.

En ese momento pensé que se cerraba un círculo que había empezado con Síntoma, mi primera plaquette autoeditada por The MPress, y con un email psicópata.

Pero los libros frecuentemente tienen sus propios planes, y tejen redes que te acercan a otros mutantes que te bienvienen en sus espacios y te animan a continuar escribiendo sobre insectos, huesos floridos y lo que ocurre dos centímetros por debajo de la piel de las cosas.

Gracias a todos los que creyeron en este libro y ayudaron a desparramar mi voz y mis palabras. Son muchos. Ustedes saben bien quiénes son.

Mientras me preparo para aterrizar en Cosmopoética a finales de este mes y mientras trabajo en lo que vendrá (un par de proyectos que me tienen muy ilusionada) aparece este vídeo casero: Con mi balsa. Va para los que ya se sumergieron en Saliva, y para los que quizás quieran aún visitar sus páginas.

Gracias por su siempre amable atención. Play it loud.